La nave del misterio revela los secretos más ocultos del gigante asiático. Una cultura conformada por ricos complejos arqueológicos y numerosos enigmas ufológicos
Esta misma semana, nuestro compañero Javier Sierra finalizaba su gira en China. A lo largo de ella, ha podido encontrarse, en primera instancia, con lo más desconocido de este país.
El pasado mes de octubre, varios objetos volantes no identificados fueron avistados por ciudadanos de la población de Shangai (China). Según los testigos, los cuerpos causaron un gran revuelo mediático debido a los cambios extremos de forma y color que éstos experimentaban. Sin embargo, la verdad salió muy pronto a la luz, puesto que se trataba de grandes cometas artificiales con más de 250 luces LED que generaban todo tipo de estampados.
Y es que, el interés por la ufología en China es muy elevado. Sin ir más lejos, un antiguo ministro de su gobierno ha afirmado recientemente que los extraterrestres se encuentran en nuestro mundo desde hace tiempo y que permanecen mezclados entre nosotros. Datos que, supuestamente, pueden ser confirmados a través de antiguos escritos.
¿Es un ovni?
Durante varios días, el escritor Javier Sierra ha permanecido en China para finalizar el ciclo internacional de presentación de su nuevo libro. Allí, ha tenido una enigmática experiencia que ha relatado para Milenio 3. Cuando se disponía a salir de un taxi, algo en el cielo llamó su atención: un curioso punto de luz verde que se movía lentamente y que tras cuatro minutos, terminó por desaparecer. Nuestro compañero pudo realizar hasta una veintena de fotografías, pero ¿qué podía ser aquello?
Civilizaciones de otros mundos
Pero también existen otros muchos enigmas en este extenso país, como los Dzopa. Una antigua e insólita civilización que supuestamente vivió entre China y el Tíbet y que fue descubierta en 1938 por estudiantes y profesores de la Universidad de Pekín. A día de hoy, las dudas en torno a estos seres son numerosas. ¿Eran habitantes de las estrellas?
Últimas novedades
Hace tan sólo unas semanas, los informativos de medio mundo se hacían eco de la noticia del descubrimiento de unas extrañas estructuras en forma de cuadrícula en una zona desértica de China. La herramienta gracias a la cual se conseguía tal hallazgo era Google Earth y rápidamente aparecieron numerosas teorías conspiratorias sobre lo que podía ser tal conglomerado de dibujos. Pocos días después, especialistas de la Universidad de Arizona planteaban una posible solución: aquél gran esqueleto de paredes, calles y edificios podrían ser parte de un sistema de calibrado de satélites espías chinos.
“El manuscrito de Villafranca”
Villafranca de los Barros (Badajoz), un atardecer del año 1671 El archivero ascendió la escalera de caracol con premura. En una mano portaba el llameante candil de aceite con el que se abrió paso entre la penumbra y en la otra, amarradas con firmeza, treinta hojas que hacía tiempo mantenían en vilo a las autoridades.
Releyéndolas por última vez, deambuló largo tiempo por la buhardilla que servía como lóbrego depósito de la historia de la señorial villa, mientras el eco sordo de los coches de caballerías se filtraba por un ventanuco rectangular abierto en la piedra. Antes de depositarlos en aquel laberinto de papeles húmedos y olvidados, decidió tomar su pluma y escribir unas letras en la rugosa superficie de la cuartilla apergaminada. Sin temblarle el pulso los apoyó en el tablero y procedió a escribir un epígrafe sorprendente: “hechos sobrenaturales”.
El espeluznante suceso de un bebé que comenzó a proferir frases en latín ante el espanto de varios testigos.
“El sábado pasado que se contaron doce días del mes de septiembre deste presente año, entre siete y ocho de la noche, estando este testigo en las casas de su morada, en una sala donde tiene su estudio, en compañía de María Batista, su prima, viuda de Rodrigo de Sequera, la cual tenía una hija suya de edad de cuatro meses poco más o menos, en sus brazos, la cual estaba echadita sobre un bufete reclinada en el brazo de su madre.
Y este testigo quiso salir de casa y yendo a tomar su capa miró a la dicha niña que llaman Antonia, la cual con violencia comenzó a levantar los brazos y piernas poniéndosele la cara muy roja, y este testigo juzgó que le daba algún accidente a la dicha niña, levantando la cabeza del brazo de su madre comenzó y dijo en voces altas y claras "DOMUS, AUSTRIACA, CONTERET, CAPUT, TUUM", y cuando la niña comenzó a decir las palabras comenzó en tono bajo y acabó en tono alto, con mucha fuerza y violencia, mostrando en sí grande alegría y sobrenatural gozo. Y a este tiempo, la dicha doña María Batista, madre de la dicha niña, dijo: "El buen Jesús, Dios nos quiere castigar, misericordia Señor". Y este testigo dijo "Verbum caro factum est", admirado del suceso.
Fue a la calle en busca de gente para que lo viesen y fue a casa de don Alvaro Guerra de Bolaños, que vive pared en medio de la de este testigo para que fuese a ver este prodigio y ambos dos vinieron a gran prisa para ver a la niña, la cual todavía estaba forcejeando con los mismos movimientos de piernas y brazos, y gorleando con la lengua, y la cara muy roja... y así estuvo desta forma más de medio cuarto de hora hasta que se fue apaciguando, se quietó y se quedó como antes de que le diese dicho accidente".
Extractado de "Enigmas sin Resolver II". Iker Jiménez © 2000
Comentarios
Hhoooo
Soys los mejores!!