LA NAVIDAD Y EL PRÓJIMO
#Editorial Radio #Latacunga AM y FM #Cotopaxi, 2019-12-23 @stereolat
Es un hecho de la historia que ha marcado un proceso que todavía sigue presente y que sigue cuestionando las decisiones y la vida de muchos; es la Navidad. No hace falta decir de quien porque resulta conocido por todos; Navidad es de uno que nació y vino no porque otros lo hayan querido sino porque El quiso. Es por eso que es extraño porque el nacer de todos es por decisión de otros, de los padres, pero aquí nos encontramos con algo especial ya que El mismo decidió y decidió porque está hecho así.
Desde el comienzo de la historia Él quiso a los hombres, Él quería todas las tardes venir a la casa de Adán y Eva para estar con ellos, hasta que ellos decidieron esconderse. Intento muchas formas para estar, para hablar, pero no lograba crear esa comunión de vida que estaba en su mente y es allí que decidió proponer a una muchacha que aceptara de ser su madre: Dios quería ser humano para divinizar a los humanos. Era el único camino posible para que lograra realizar el sueño, la razón por la que los había creado a su imagen.
Pero, cómo es cuestionador el tema de la Navidad porque El viene tal como es y no como lo quisiéramos nosotros; de hecho nosotros lo pintamos con muchas imágenes, lo confundimos con muchos “papas Noel” y El quiere lo que quiere, El quiere que seamos hermanos y nosotros no queremos serlo, El quiere que seamos acogedores y nosotros cerramos las puertas de nuestras casas, Él quiere que vivamos en paz y nosotros somos amantes de las guerras y gastamos mas plata en armas que en servicios sociales. El es así y nosotros somos de otras maneras.
En los días pasados el papa Francisco dijo una frase que recoge el evangelio, dijo que “es preciso socorrer y salvar, porque somos todos responsables de la vida del prójimo y el Señor nos pedirá cuenta en el momento del juicio”. Tuvo muchos insultos y hasta le dijeron “blasfemo”. Uno le dijo: “No tenemos el mismo Dios”. Es una frase muy dura, corta y radical, es como si dijera: “ese Dios que pide de salvar vidas, yo lo odio, porque mi dios es otro, es distinto”. El dios de algunos o de muchos, que hasta hacen fiestas navideñas, es distinto a lo del papa, a lo del Evangelio. Pero es cierto que un dios así no es un Dios humano, no es el Dios de la Navidad, no es el Dios enamorado del hombre, de todos los hombres y mujeres, no es el Dios que pide a María, a las Marías, y a José, a los José, de ser parte del proyecto de vida y de salvación. (O)
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