El Doctor Dario Fernández nos habla hoy de la Eyaculación precoz.
La eyaculación precoz (EP) es una disfunción sexual presente en cualquier edad, pero actualmente poco diagnosticada en atención primaria a pesar de su incidencia en la salud sexual y calidad de vida. Ni se cura ni desaparece con la edad ni con la frecuencia sexual, todo lo contrario. La evitación de la relación sexual o incluso la disfunción eréctil la complican. El tratamiento farmacológico, aunque fundamental, no es suficiente. El abordaje sexológico y psicológico, desde el punto de vista de la pareja, es esencial. La mujer se ha de convertir en una coterapéuta.
Los cambios sociales acaecidos ya en el pasado siglo han supuesto un protagonismo proactivo de la mujer en las relaciones sociales y, por ende, en las sexuales. La mujer exige una relación sexual de calidad y con la duración suficiente para alcanzar el orgasmo, de forma que la eyaculación del varón ahora ya ha de adaptarse y tener en cuenta la fase de respuesta sexual de la mujer, mucho más lenta. Si no es así, la salud sexual de la pareja y la convivencia se pueden resentir gravemente. No se sabe con exactitud la causa de la eyaculación precoz (EP). Una primera experiencia sexual negativa y con prisas, una relación con una prostituta, la práctica habitual de la masturbación con miedo a ser descubierto en la adolescencia o la inexperiencia sexual aparecen descritos como antecedentes habituales. Pero también hay muchos eyaculadores precoces, expertos amantes sin estos antecedentes.
La EP es una disfunción sexual en la que el varón eyacula antes de lo deseado, a veces nada más iniciar el acto sexual, al tocar la vagina o incluso antes de intentar la penetración. El tiempo de latencia intravaginal hasta la eyaculación (IELT) que se considera promedio está entre 3 y 6 minutos. Se considera una eyaculación como precoz si se produce antes de un minuto y una EP probable si el IELT está entre 1 y 1,5 minutos.
El DSM-V propone la siguiente clasificación:
Eyaculación Precoz Permanente, cuando ocurre antes de un minuto. Es desde siempre y probablemente es de causa genética o neurobiológica.
Eyaculación Precoz Adquirida. Puede ser psicológica o somática. El varón refiere un momento biográfico claro de inicio.
Eyaculación Precoz Natural Variable. Sólo en determinadas ocasiones se produce. Puede diagnosticarse como una variante normal.
Disfunción Eyaculatoria Prematura que incluye a los eyaculadores considerados normales, de 3 a 7 minutos, incluidos los que duran más de diez minutos. Estos son los varones que se quejan subjetivamente de una eyaculación precoz, a pesar de la normalidad de sus tiempos. El origen es claramente psicológico.
El 43% de los españoles padecen eyaculación precoz en algún momento de su vida según el Estudio Demográfico Español sobre la Eyaculación Precoz (DEEP 2009) realizado por la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (no publicado). Es más prevalente que la disfunción eréctil. Resulta significativo el dato de que sólo el 38% pensaban que debería consultarse al médico en estos casos.
Terapia sexológica
A nivel individual
? Ejercicios de relajación
? Ejercicios de Kegel, practicando la contracción y relajación de la musculatura bulbocavernosa e isquiocavernosa. Los estudios realizados han sido con pocos pacientes, pero confirman éxitos del 60% tras cuatro meses de practicarlos.
? A estos ejercicios se ha añadido la electroestimulación del suelo pélvico para provocar contracciones en la zona y fortalecer la musculatura e incrementar la discriminación de sus contracciones. Estudios publicados refieren una mejoría en el 65% de los casos tras un año de tratamiento. A nivel de pareja
? Técnica de parada / arranque (stop/start). Mediante la masturbación en pareja, se para cuando la excitación es tan alta que se percibe la inminencia eyaculatoria hasta bajar la excitación y comenzar un nuevo ciclo. Después de cinco ciclos se permite la eyaculación. De esta manera el paciente aprende a reconocer las sensaciones preeyaculatorias para poder después controlarlas.
? Técnica de compresión del pene (squeeze). Cuando el paciente percibe que va a eyacular, la pareja o él mismo, con los dedos pulgar e índice, se comprime la región balano-prepucial hasta que desaparece la sensación. Bajado el nivel de excitación se reanuda la relación. El ciclo se repite cuatro o cinco veces para terminar eyaculando.
? Penetración vaginal sin movimientos. La mujer encima sin moverse. El varón introduce el pene y aguanta el tiempo que pueda, familiarizándose con las sensaciones sin eyacular.
? Técnica cognitivo conductual de la excitación, en la que tiene gran importancia que la pareja se comunique sus fantasías sexuales, sus pensamientos, se cuide el escenario y la preparación de la relación, así como el grado de excitación que esto supone para cada miembro de la pareja.
? Eliminación de las distorsiones cognitivas sobre la relación sexual. Rosen señala ocho tipos de distorsiones cognitivas.
? Técnicas de focalización sensorial. Entrenan al paciente a ir más despacio y en centrarse en las sensaciones placenteras que le produce su pareja mediante la estimulación corporal, dejando para el final la estimulación en el área genital.
? Francisco Cabello del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología propone su propio modelo completo y exhaustivo en el que integra diferentes estrategias con dos modalidades:
- 1º. Modelo simple, sin fármacos, que se compone de las siguientes fases: erotización sexual focalizada en mejorar la comunicación sexual de la pareja y propone ejercicios de autoestimulación erótica, pasando después a otra de erotización orgásmica y por fin a una desensibilización intravaginal.
- 2º. Modelo combinado. En el anterior modelo, en la fase de erotización orgásmica se introduce el tratamiento con ISRS. Tratamiento en grupos. El objetivo debería ser reestructurar cognitivamente la interpretación individualista de la eyaculación precoz con la que acude el varón en solitario a la consulta de atención primaria y enfocarla como un problema de relación sexual de la pareja, que afecta a los dos y por lo tanto la solución ha de venir desde la pareja. Son necesarios para aprender a hacer cambios en el tipo de relación sexual que han llegado a construir los dos: ampliar el guión sexual, mejorar la comunicación, derribar tabúes, así como ayudarse de los puntos propuestos en los tratamientos citados. En este sentido el autor de este artículo, en colaboración con el servicio de urología del Hospital Clínico de Madrid, está llevando a cabo un programa de intervención grupal con parejas que se halla en fase de captación de pacientes.
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