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El origen de Al-Ándalus

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Descripción de El origen de Al-Ándalus

#alandalus #califatodecordoba #omeyas #conquista #visigodos


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Comentarios

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acabo de descubrir esta maravilla. Realmente ahora me doy cuenta las mentiras que nos contaron cuando estudiábamos historia en los años 60.

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Amparo

ya no está disponible. una lástima

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paula perez

excelente podcast!!! siempre me llama la atención que siempre se apunta a Asturias como parte de la reconquista y se invisiviliza otros pueblos como el Cantabro. Me encantan las hipótesis que planteas, reconquista no como tal me parece algo muy acertado

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Javi Cisneros

Excelente episodio como siempre. Se cuenta que la causa de la llegada de los árabes a Hispania fue a causa de las distintas guerras que había entre los clanes visigodos. En otras ocasiones ya habían contado con la ayuda de mercenarios Francos o Bizantinos establecidos en la costa de Levante. Alguien se fijaría en que el nuevo poder dominante eran las tribus árabes y les "contrataron" para que intervinieran, ayudados también por la traición del Conde Don Julián de Ceuta que les dejó paso libre. Pensaron que con permitirles hacerse con algo de botin de guerra se conformarían y se volverían a África,y así 5 siglos hasta el final de la reconquista.

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pilinhado

Maravilloso pasaje de la historia de la España visigoda compleja. Saludos

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Miguel Rey Medrano

Los que capitularon fueron los visigodos, la élite, el pueblo, que vivía de manera independiente, autogobernados mediante concejos abiertos, a las élites visigodas que simplemente continuaron la tiranía romana, tiene pinta de que nunca se rindieron, especialmente en el norte. Por eso este nunca fue conquistado y muchos ibéricos emigraban al norte en cuanto tenían oportunidad. Las batallas más importantes fueron ganadas por milicias concejiles. La élite, como siempre, es rastrera y se arrima al sol que más calienta, los visigodos debieron ver a los musulmanes como una buena forma de mantener al menos parte de su poder y riqueza, de ahí sus pactos y hasta matrimonios. El principal problema es identificar a las élites con el pueblo como si fueran la misma cosa y tuvieran los mismo intereses y valores, especialmente en la edad media, y pensar que en aquellos años la gente pensaba igual que ahora y todos se sentían "españoles", "hispanos" o algo así, cuando cada uno era de su pueblo y comarca, y la afección por las élites era nula o directamente era odio. La edad media se caracteriza por revueltas y levantamientos constantes contra la nobleza y los reyes que reinaban, pero no gobernaban. Igual que ahora...

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Jimenez del oso

- En 1088 el Papa Urbano II se dirige por escrito a Alfonso VI, que pasa por ser el de León y Castilla, como "Regi Ildefonso Gallitie”. - En el libro IV del Codex Calixtinus, de 1140, el reino de Galicia incluye Lamego, Viseu e Coimbra, y en él aparecen expresiónes como "Yspaniam e Galleciam", "tellurem Yspanicam et Gallecianam", "Hyspani scilicet et Galleciani, totam terram Hispanicam e Gallecianam", entendiéndose como si Galicia fuese la parte cristiana de la Península frente a una Hispania musulmana. - En los “chansons de geste” francesas Galicia aparece citada 50 veces mientrás que el nombre de León casí no aparece. -Una cita muy posterior: Pedro Salazar de Mendoza en su monarquía de España, publicada en el siglo XVIII: Fue llamada Galicia toda una tierra que hay desde el nacimiento del Duero y toda su corriente hasta el mar septentrional, incluyendo los Montes Iúbedas, Balbanera, Rioja, Montes de Oca y Birviesca. - Gerardo de Gales escribe en los Annales Cambriae: "Los tres imperios de la cristiandad: Alemania, bizancio y Galicia". -"Spanland , Galizuland , Skarland,.." (pueblos de la península ibérica según la geografía normanda). -Alfonso II es designado en su época como “totius Galletiae rex” en los Annales Regni Francorum - El cronista inglés Mateo Paris escribe en el siglo XIII, que en 1184 Fernando II es el rey de Galicia y no lo denomina de León. -En el siglo X, Al-Mas'udi escribe en Bagdad una especie de enciclopedia en la cual denomina a Ramiro II rey de los gallegos y designa Zamora como capital de Galicia. -Para los escritores de Al-Andalus era normal distinguir unicamente entre francos (catalanes) y gallegos (pobladores de los demás reinos cristianos del norte). -En la composición lírica provenzal de Arnaut Daniel (1180-1195) titulada “Doutz Brais E Crirz” se hace referencia a Fernando II como “Seignor dels galecs”. -En escritos de Beato de Liébana se considera “Gallaecia” la parte cristiana de la Península y a Hispania la árabe. -Sancho III de Navarra en 1029 titulaba a Vermudo III como “Imperator domus Vermudus in Gallaecia” -En una escritura de 1092 se dice que Alfonso VI (1065-1109) “regnante... in Toleto et in Legione, Castellam, Galleciam e Portugalem”. - El rey Abb-Allah, después de ser destronado en Granada, escribe en su memorias entre 1090 y 1095 que el Conde Sisnando lo informara de que Al-Andalus era en un principio de los cristianos hasta que los árabes los vencieran y los aislaran en Galicia. -Los autores árabes Al-Maqqari y Ibn Jaldun identifican al reino cristiano del norte como “Jaliyiquia” (Galicia). -Una fuente bastante posterior es la relación de naciones que participaron en la primera cruzada, citada por Ekkehard of Aura en “Recueil des Historiens des Croisades: Historiens Occidentaux” de 1895 en la que se afirma "...centum millia virorum ex Aquitania scilicet atque Normannia, Anglia, Scotia et Hibernia, Britannia, Galicia, Wasconia, Gallia, Flandria, Lotharingia, caeterisque gentibus christianis, quaram nunc minime occurrunt vocabula." Para los seguidores de las teorías oficiales españolas, esta mención constante a Galicia como reino se debería al conocimiento de todo el NO ibérico como Gallaecia siguiendo la divisón tradicional romana, que en tiempos oscuros y remotos sería el único conocimiento geográfico accesible , pero esto no deja de ser un argumento simplista, porque las relaciones entre reinos y naciones en aquellas épocas no era algo esporádico y el conocimiento que tenían de ellas entre sí vendría dado por el contacto directo. Sirvan como ejemplos el establecimiento de una embajada del reino gallego en Córdoba (965), el camino de Santiago cuando se estableció y los intercambios comerciales, que ya en la época anterior del reino suevo había llevado monedas de Galicia “Galliciense Regnum” hasta los actuales países nórdicos. (hecho constatado arqueológicamente). Por otra parte la denominación “Gallaecia” o “Gallaetia” en la época alto medieval no hace referencia a la provincia romana, sino a la denominación latina de Galicia, ya que el latín era el idioma de la diplomacia. Mito e historiografía oficial al servicio de un estado. Desde los Reyes Católicos el estado español se fue haciendo cada vez más centralista, un centralismo promovido por intereses políticos y económicos (que siempre van de la mano). Y es que un estado centralizado y centralista es un mercado más grande para las clases dominantes y con intereses económicos, el idioma común, la moneda común y las leyes comunes ayudan a conseguirlo y una historiografía parcial e interesada ayuda a justificarlo. En el escudo de España están representados tres o cuatro territorios que fueron los que mantuvieron clases dirigentes y derechos históricos en el momento de la formación del estado español (siglo XV), aunque con el paso del tiempo el territorio castellano acabase imponiendo su hegemonía casi totalmente. Como consecuencia de esto la historia oficial está hecha desde un punto de vista castellanista ya que si consideramos a Cantabria como la “montaña” originaria de Castilla que junto con una Asturias no muy diferenciada iniciaron la Reconquista, los antepasados de los castellanos serían los iniciadores de la Reconquista y pueblo dominante en España desde tiempos muy remotos. Frente a todos los datos expuestos en este trabajo que explican la existencia de un reino gallego y no un reino asturiano ni leonés, la historiografía española solo se apoya para sus afirmaciones en datos anecdóticos y parciales como la crónica albeldense, documento posterior en más de cien años a Pelayo y que fue hecho en un momento en que los hijos de Alfonso III (862-910) se repartían el reino gallego. Probablemente esta crónica fue hecha para justificar la legitimidad de los nuevos territorios independientes como Asturias, dándole a sucesos como la batalla de Covadonga un carácter netamente asturiano, cuando simplemente debió ser una victoria gallega frente a los árabes en territorio astur. Aparte del documento albeldense el resto de fuentes que legitimen la teoría oficial son muy escasas, se suele citar dos citas de cronistas árabes que afirman que la conquista islámica solo dejo pequeñas bolsas de resistencia cristiana en Asturias, pero son insuficientes ya pudieron ser una exageración en tiempo de guerra, y una de ellas hace referencia a Asturias dentro de Galicia, además el grueso de fuentes de cronistas árabes conocen a la zona cristiana como Galicia y no Asturias. El resto de la historia oficial sobre los orígenes de la Reconquista tiene más de mito y de propaganda que de hechos científicamente estudiados, ya que no hay razones para suponer a Asturias ni Cantabria unas zonas continuadoras del poder visigodo (la presencia visigoda en Asturias debió de ser muy escasa, sino sueva), tampoco continuadoras del Imperio romano (algo obvio y que demuestra el carácter propagandístico de la fuente que defiende tal idea, la crónica albeldense) e igualmente imposible que el primer reino cristiano fuese producto de “irreductibles” tribus astures, sin fuerza ni tradición para semejante empresa. También la idea de una España visigoda comprimida y asentada en el norte se cae por su propio peso, y el argumento de emigraciones godas a las zonas libres cristianas no explica que dicha emigración se dirigió no solo a Asturias, sino también al sur de Francia y a Galicia.

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Jimenez del oso

La parte cristiana de la península se llamó durante mucho tiempo Galicia o Gallaecia, no ya por opiniones o tesis de historiadores, sino por citas en muchos textos de la época. La capital de reino pudo estar en León o Oviedo, pero el territorio era galicia: - En 1088 el Papa Urbano II se dirige por escrito a Alfonso VI, que pasa por ser el de León y Castilla, como "Regi Ildefonso Gallitie”. - En el libro IV del Codex Calixtinus, de 1140, el reino de Galicia incluye Lamego, Viseu e Coimbra, y en él aparecen expresiónes como "Yspaniam e Galleciam", "tellurem Yspanicam et Gallecianam", "Hyspani scilicet et Galleciani, totam terram Hispanicam e Gallecianam", entendiéndose como si Galicia fuese la parte cristiana de la Península frente a una Hispania musulmana. - En los “chansons de geste” francesas Galicia aparece citada 50 veces mientrás que el nombre de León casí no aparece. -Una cita muy posterior: Pedro Salazar de Mendoza en su monarquía de España, publicada en el siglo XVIII: Fue llamada Galicia toda una tierra que hay desde el nacimiento del Duero y toda su corriente hasta el mar septentrional, incluyendo los Montes Iúbedas, Balbanera, Rioja, Montes de Oca y Birviesca. - Gerardo de Gales escribe en los Annales Cambriae: "Los tres imperios de la cristiandad: Alemania, bizancio y Galicia". -"Spanland , Galizuland , Skarland,.." (pueblos de la península ibérica según la geografía normanda). -Alfonso II es designado en su época como “totius Galletiae rex” en los Annales Regni Francorum - El cronista inglés Mateo Paris escribe en el siglo XIII, que en 1184 Fernando II es el rey de Galicia y no lo denomina de León. -En el siglo X, Al-Mas'udi escribe en Bagdad una especie de enciclopedia en la cual denomina a Ramiro II rey de los gallegos y designa Zamora como capital de Galicia. -Para los escritores de Al-Andalus era normal distinguir unicamente entre francos (catalanes) y gallegos (pobladores de los demás reinos cristianos del norte). -En la composición lírica provenzal de Arnaut Daniel (1180-1195) titulada “Doutz Brais E Crirz” se hace referencia a Fernando II como “Seignor dels galecs”. -En escritos de Beato de Liébana se considera “Gallaecia” la parte cristiana de la Península y a Hispania la árabe. -Sancho III de Navarra en 1029 titulaba a Vermudo III como “Imperator domus Vermudus in Gallaecia” -En una escritura de 1092 se dice que Alfonso VI (1065-1109) “regnante... in Toleto et in Legione, Castellam, Galleciam e Portugalem”. - El rey Abb-Allah, después de ser destronado en Granada, escribe en su memorias entre 1090 y 1095 que el Conde Sisnando lo informara de que Al-Andalus era en un principio de los cristianos hasta que los árabes los vencieran y los aislaran en Galicia. -Los autores árabes Al-Maqqari y Ibn Jaldun identifican al reino cristiano del norte como “Jaliyiquia” (Galicia). -Una fuente bastante posterior es la relación de naciones que participaron en la primera cruzada, citada por Ekkehard of Aura en “Recueil des Historiens des Croisades: Historiens Occidentaux” de 1895 en la que se afirma "...centum millia virorum ex Aquitania scilicet atque Normannia, Anglia, Scotia et Hibernia, Britannia, Galicia, Wasconia, Gallia, Flandria, Lotharingia, caeterisque gentibus christianis, quaram nunc minime occurrunt vocabula." Para los seguidores de las teorías oficiales españolas, esta mención constante a Galicia como reino se debería al conocimiento de todo el NO ibérico como Gallaecia siguiendo la divisón tradicional romana, que en tiempos oscuros y remotos sería el único conocimiento geográfico accesible , pero esto no deja de ser un argumento simplista, porque las relaciones entre reinos y naciones en aquellas épocas no era algo esporádico y el conocimiento que tenían de ellas entre sí vendría dado por el contacto directo. Sirvan como ejemplos el establecimiento de una embajada del reino gallego en Córdoba (965), el camino de Santiago cuando se estableció y los intercambios comerciales, que ya en la época anterior del reino suevo había llevado monedas de Galicia “Galliciense Regnum” hasta los actuales países nórdicos. (hecho constatado arqueológicamente). Por otra parte la denominación “Gallaecia” o “Gallaetia” en la época alto medieval no hace referencia a la provincia romana, sino a la denominación latina de Galicia, ya que el latín era el idioma de la diplomacia. Mito e historiografía oficial al servicio de un estado. Desde los Reyes Católicos el estado español se fue haciendo cada vez más centralista, un centralismo promovido por intereses políticos y económicos (que siempre van de la mano). Y es que un estado centralizado y centralista es un mercado más grande para las clases dominantes y con intereses económicos, el idioma común, la moneda común y las leyes comunes ayudan a conseguirlo y una historiografía parcial e interesada ayuda a justificarlo. En el escudo de España están representados tres o cuatro territorios que fueron los que mantuvieron clases dirigentes y derechos históricos en el momento de la formación del estado español (siglo XV), aunque con el paso del tiempo el territorio castellano acabase imponiendo su hegemonía casi totalmente. Como consecuencia de esto la historia oficial está hecha desde un punto de vista castellanista ya que si consideramos a Cantabria como la “montaña” originaria de Castilla que junto con una Asturias no muy diferenciada iniciaron la Reconquista, los antepasados de los castellanos serían los iniciadores de la Reconquista y pueblo dominante en España desde tiempos muy remotos. Frente a todos los datos expuestos en este trabajo que explican la existencia de un reino gallego y no un reino asturiano ni leonés, la historiografía española solo se apoya para sus afirmaciones en datos anecdóticos y parciales como la crónica albeldense, documento posterior en más de cien años a Pelayo y que fue hecho en un momento en que los hijos de Alfonso III (862-910) se repartían el reino gallego. Probablemente esta crónica fue hecha para justificar la legitimidad de los nuevos territorios independientes como Asturias, dándole a sucesos como la batalla de Covadonga un carácter netamente asturiano, cuando simplemente debió ser una victoria gallega frente a los árabes en territorio astur. Aparte del documento albeldense el resto de fuentes que legitimen la teoría oficial son muy escasas, se suele citar dos citas de cronistas árabes que afirman que la conquista islámica solo dejo pequeñas bolsas de resistencia cristiana en Asturias, pero son insuficientes ya pudieron ser una exageración en tiempo de guerra, y una de ellas hace referencia a Asturias dentro de Galicia, además el grueso de fuentes de cronistas árabes conocen a la zona cristiana como Galicia y no Asturias. El resto de la historia oficial sobre los orígenes de la Reconquista tiene más de mito y de propaganda que de hechos científicamente estudiados, ya que no hay razones para suponer a Asturias ni Cantabria unas zonas continuadoras del poder visigodo (la presencia visigoda en Asturias debió de ser muy escasa, sino sueva), tampoco continuadoras del Imperio romano (algo obvio y que demuestra el carácter propagandístico de la fuente que defiende tal idea, la crónica albeldense) e igualmente imposible que el primer reino cristiano fuese producto de “irreductibles” tribus astures, sin fuerza ni tradición para semejante empresa. También la idea de una España visigoda comprimida y asentada en el norte se cae por su propio peso, y el argumento de emigraciones godas a las zonas libres cristianas no explica que dicha emigración se dirigió no solo a Asturias, sino también al sur de Francia y a Galicia.

Por decisión del propietario, no se aceptan comentarios anónimos. Registrate para comentarlo.
Jimenez del oso

La parte cristiana de la península se llamó durante mucho tiempo Galicia o Gallaecia, no ya por opiniones o tesis de historiadores, sino por citas en muchos textos de la época. La capital de reino pudo estar en León o Oviedo, pero el territorio era galicia: - En 1088 el Papa Urbano II se dirige por escrito a Alfonso VI, que pasa por ser el de León y Castilla, como "Regi Ildefonso Gallitie”. - En el libro IV del Codex Calixtinus, de 1140, el reino de Galicia incluye Lamego, Viseu e Coimbra, y en él aparecen expresiónes como "Yspaniam e Galleciam", "tellurem Yspanicam et Gallecianam", "Hyspani scilicet et Galleciani, totam terram Hispanicam e Gallecianam", entendiéndose como si Galicia fuese la parte cristiana de la Península frente a una Hispania musulmana. - En los “chansons de geste” francesas Galicia aparece citada 50 veces mientrás que el nombre de León casí no aparece. -Una cita muy posterior: Pedro Salazar de Mendoza en su monarquía de España, publicada en el siglo XVIII: Fue llamada Galicia toda una tierra que hay desde el nacimiento del Duero y toda su corriente hasta el mar septentrional, incluyendo los Montes Iúbedas, Balbanera, Rioja, Montes de Oca y Birviesca. - Gerardo de Gales escribe en los Annales Cambriae: "Los tres imperios de la cristiandad: Alemania, bizancio y Galicia". -"Spanland , Galizuland , Skarland,.." (pueblos de la península ibérica según la geografía normanda). -Alfonso II es designado en su época como “totius Galletiae rex” en los Annales Regni Francorum - El cronista inglés Mateo Paris escribe en el siglo XIII, que en 1184 Fernando II es el rey de Galicia y no lo denomina de León. -En el siglo X, Al-Mas'udi escribe en Bagdad una especie de enciclopedia en la cual denomina a Ramiro II rey de los gallegos y designa Zamora como capital de Galicia. -Para los escritores de Al-Andalus era normal distinguir unicamente entre francos (catalanes) y gallegos (pobladores de los demás reinos cristianos del norte). -En la composición lírica provenzal de Arnaut Daniel (1180-1195) titulada “Doutz Brais E Crirz” se hace referencia a Fernando II como “Seignor dels galecs”. -En escritos de Beato de Liébana se considera “Gallaecia” la parte cristiana de la Península y a Hispania la árabe. -Sancho III de Navarra en 1029 titulaba a Vermudo III como “Imperator domus Vermudus in Gallaecia” -En una escritura de 1092 se dice que Alfonso VI (1065-1109) “regnante... in Toleto et in Legione, Castellam, Galleciam e Portugalem”. - El rey Abb-Allah, después de ser destronado en Granada, escribe en su memorias entre 1090 y 1095 que el Conde Sisnando lo informara de que Al-Andalus era en un principio de los cristianos hasta que los árabes los vencieran y los aislaran en Galicia. -Los autores árabes Al-Maqqari y Ibn Jaldun identifican al reino cristiano del norte como “Jaliyiquia” (Galicia). -Una fuente bastante posterior es la relación de naciones que participaron en la primera cruzada, citada por Ekkehard of Aura en “Recueil des Historiens des Croisades: Historiens Occidentaux” de 1895 en la que se afirma "...centum millia virorum ex Aquitania scilicet atque Normannia, Anglia, Scotia et Hibernia, Britannia, Galicia, Wasconia, Gallia, Flandria, Lotharingia, caeterisque gentibus christianis, quaram nunc minime occurrunt vocabula." Para los seguidores de las teorías oficiales españolas, esta mención constante a Galicia como reino se debería al conocimiento de todo el NO ibérico como Gallaecia siguiendo la divisón tradicional romana, que en tiempos oscuros y remotos sería el único conocimiento geográfico accesible , pero esto no deja de ser un argumento simplista, porque las relaciones entre reinos y naciones en aquellas épocas no era algo esporádico y el conocimiento que tenían de ellas entre sí vendría dado por el contacto directo. Sirvan como ejemplos el establecimiento de una embajada del reino gallego en Córdoba (965), el camino de Santiago cuando se estableció y los intercambios comerciales, que ya en la época anterior del reino suevo había llevado monedas de Galicia “Galliciense Regnum” hasta los actuales países nórdicos. (hecho constatado arqueológicamente). Por otra parte la denominación “Gallaecia” o “Gallaetia” en la época alto medieval no hace referencia a la provincia romana, sino a la denominación latina de Galicia, ya que el latín era el idioma de la diplomacia. Mito e historiografía oficial al servicio de un estado. Desde los Reyes Católicos el estado español se fue haciendo cada vez más centralista, un centralismo promovido por intereses políticos y económicos (que siempre van de la mano). Y es que un estado centralizado y centralista es un mercado más grande para las clases dominantes y con intereses económicos, el idioma común, la moneda común y las leyes comunes ayudan a conseguirlo y una historiografía parcial e interesada ayuda a justificarlo. En el escudo de España están representados tres o cuatro territorios que fueron los que mantuvieron clases dirigentes y derechos históricos en el momento de la formación del estado español (siglo XV), aunque con el paso del tiempo el territorio castellano acabase imponiendo su hegemonía casi totalmente. Como consecuencia de esto la historia oficial está hecha desde un punto de vista castellanista ya que si consideramos a Cantabria como la “montaña” originaria de Castilla que junto con una Asturias no muy diferenciada iniciaron la Reconquista, los antepasados de los castellanos serían los iniciadores de la Reconquista y pueblo dominante en España desde tiempos muy remotos. Frente a todos los datos expuestos en este trabajo que explican la existencia de un reino gallego y no un reino asturiano ni leonés, la historiografía española solo se apoya para sus afirmaciones en datos anecdóticos y parciales como la crónica albeldense, documento posterior en más de cien años a Pelayo y que fue hecho en un momento en que los hijos de Alfonso III (862-910) se repartían el reino gallego. Probablemente esta crónica fue hecha para justificar la legitimidad de los nuevos territorios independientes como Asturias, dándole a sucesos como la batalla de Covadonga un carácter netamente asturiano, cuando simplemente debió ser una victoria gallega frente a los árabes en territorio astur. Aparte del documento albeldense el resto de fuentes que legitimen la teoría oficial son muy escasas, se suele citar dos citas de cronistas árabes que afirman que la conquista islámica solo dejo pequeñas bolsas de resistencia cristiana en Asturias, pero son insuficientes ya pudieron ser una exageración en tiempo de guerra, y una de ellas hace referencia a Asturias dentro de Galicia, además el grueso de fuentes de cronistas árabes conocen a la zona cristiana como Galicia y no Asturias. El resto de la historia oficial sobre los orígenes de la Reconquista tiene más de mito y de propaganda que de hechos científicamente estudiados, ya que no hay razones para suponer a Asturias ni Cantabria unas zonas continuadoras del poder visigodo (la presencia visigoda en Asturias debió de ser muy escasa, sino sueva), tampoco continuadoras del Imperio romano (algo obvio y que demuestra el carácter propagandístico de la fuente que defiende tal idea, la crónica albeldense) e igualmente imposible que el primer reino cristiano fuese producto de “irreductibles” tribus astures, sin fuerza ni tradición para semejante empresa. También la idea de una España visigoda comprimida y asentada en el norte se cae por su propio peso, y el argumento de emigraciones godas a las zonas libres cristianas no explica que dicha emigración se dirigió no solo a Asturias, sino también al sur de Francia y a Galicia.

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Rocafort

Muy buen podcast, excelente narración. Al escucharlo me surgió esta duda: ¿Qué opinas de la traición de los hijos de Witiza a Don Rodrigo? ¿Fue tan decisiva para la conquista de Táriq?

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