Si la realidad de la acción es que no surja efecto práctico el interés y determinación colectiva, el proceso político debiera cambiar de conceptos y nomenclaturas. ¿Cómo se explica que de los, cada vez, más menguante número de ciudadanos, que prestan atención de ir a votar, elijan a unos, y en la realidad práctica, se pongan a gobernar las coaliciones de los otros? Ya sabemos que esos mangantes de derechos, lo tiene todo sobre estudiado, para que en nombre de los ciudadanos, así se pueda, legalmente, llevar a cabo. Sin duda, el circo se encuentra bien repleto de payasos, donde el espectador, no solo tiene que seguir pagando bien cara su entrada, sino además, poner buena cara y reírse si preciso fuera. ¿Qué es servir?; con esos sobre sueldos, con esas sobre dietas e incentivos de todas clases, a costa del dinero ajeno, es decir, público; cualquiera, por poco que entienda aparentemente, sirve para servir de esa manera inservible y perjuiciosa. Cuando las diversas investigaciones de todo tipo, a manos de politólogos, sociólogos, economistas, antropólogos, etnólogos, psicólogos; los estudios de despacho, de laboratorio y de campo que realizan, no solo cubren el espectro individual y social, sino que abarcan los diferentes niveles del estado y sus muy variadas instituciones. Estamos hablando de un nutrido grupo de investigadores de muy variadas carteras y tendencias. El formulismo jurídico, debemos entender que se aplica en cada uno de los casos; pero, el individuo y la sociedad en general, permanecen en idénticos parámetros manipulados. ¿Qué sucede con los estudios e investigaciones a los que son sometidos, estados e instituciones? Comprobamos, como presentan unos matices de institucionalidad, como de nuevos, de transformados para mejor incluso, porque hasta nos muestran y hacen público un conjunto de sustanciosas diferencias que revelan la cara de una innovación con enfoques propiciatorios para ese cambio a mejor. Sin embargo, el enfoque teórico es una cosa; donde la máscara que se nos enseña, presenta esa esperanzadora transformación y la realidad de los hechos, es claramente engañosa.
De esa manera, debemos darnos cuenta que existe una cantidad de varas de medir a niveles individuales, sociales e institucionales, con métodos y conveniencias tan diversas. ¿Sinceramente esperan que se logre reparaciones correctas, con aplicaciones convenidas e interesadas, carentes de realismos y por tanto, faltos de veracidad?, ¿desde cuando una ciénaga se limpia con más ciénaga? Ni las instituciones ni los métodos a emplear, por mucho que se presenten con aspecto aparentemente legal y formal, nos vienen dando garantías; justamente por sus juegos de influencias, de estrategias manipuladoras y preferentismos con los que se manejan en ese indeterminado juego político. La naturaleza de un estado debe mostrarse como firmeza, pero sin perder su flexibilidad; de la misma manera deben reflejarse cada una de sus instituciones; con autonomía sobrada, pero vigilante y vigilado por el poder legislativo y judicial. Y siempre dado a cubrir las necesidades que cualquiera de sus ciudadanos presente, sin más distinción y sin la menor resistencia ni imposición de condiciones ni exigencias. La necesidad debe tener una respuesta práctica e inmediata de solución verdadera; ni la persona ni sus necesidades perentorias pueden quedar supeditadas a ninguna clase de burocracia. El servicio hacia el ciudadano debe poseer una respuesta real, no teórica. De lo contrario, seguiremos con legados históricos, encadenados a idénticos juegos y estructuralismos, donde el conflicto y la falta de resoluciones, condicionan decisoriamente los resultados que cada ciudadano espera. La estructura política no puede situarse jamás por encima de ningún individuo; deben coexistir de tal forma, que su permanencia esté justificada por el servicio que presta, de manera continua, al global de la sociedad. El derecho y la obligación deben ir dados de la mano; tal vez, la obligación debiera ir medio paso por delante, como abriendo espacio, para que vaya siendo ocupada por los derechos.
Comentarios
Ruego divulguen, gracias--- ¿Qué estrategias sanas de estudio e investigación se necesitan realizar hacia el individuo, para generar sus estructuras motivacionales? Absolutamente ninguna que no sean las de poder ampliar el terreno para manipularles más aún y mejor. ¿La persona necesita tantos gabinetes de estudios e investigación, para qué? Los juegos y estrategias de lucha no están precisamente en el ciudadano, sino en propios estados y corporaciones económicas. ¿Qué hacen los estados y corporaciones económicas por el ciudadano? Un ciudadano necesitario de los elementos más imprescindibles y que trabaja y vive como un verdadero esclavo, cargado de aversiones, inseguridad y miedos; ¿para qué amo o dueño ladrón, traicionero y deshonesto está trabajando? Un sistema de vida convenido, no por la amplia mayoría, sino tramado y trazado por oscuras intenciones, de una maquiavélica minoría, necesita de muchos expertos, esparcidos por cada rincón social, que puntualmente generen estudios e investigaciones, para verificar el adecuado proceso que siguen las mayorías, dirigidas convenientemente, para sustentar los intereses de esa otra minoría manipuladora. La inmensa mayoría, sencillamente procura trabajar para vivir; la otra escasa minoría, organiza por un lado, para que sus estrategias de dominio, generen los efectos que esperan de enriquecimiento y poderío. Por consiguiente, volvemos a ratificar, cómo esa inmensa mayoría no precisa ni de riquezas ni de poder para vivir honesta y dignamente; es la minoría, con su deshonestidad e insaciable avaricia, sí quiere el poder y la riqueza, para poder destacar y someter. Robar y manipular, será tomado como un arte, mientras tanto la ley y la justicia no se aplique en igualdad de acción realizada. El trabajo continuará siendo la acción natural, como base para poder vivir. No es el interés general lo que va a determinar el paso a seguir; es la manipulación la que gobierna verdaderamente; la manipulación de todo, de la economía, de la política, de la administración de cargos. Y ese sistema manipulador está patente en cualquier régimen de gobierno; desde el más abierto democrático o republicano, hasta el más estricto régimen dictatorial. La usurpación de los derechos del ciudadano soberano se da tanto en unos como en otros. El mecanismo y diseño para ejercer la fractura de esos derechos universales son del mismo orden; incluso en unos sistemas, se encuentren más limitados y controlados que en otros; pero el denominador común es la manipulación. ¿Podríamos llamarle terrorismo?, cualquier apelativo que se le ponga, la acción y la intención de los hechos es lo que cuenta, donde el ciudadano, en muchas ocasiones sale o vive esparcido, por el efecto expansivo de las acciones que se ejercen contra sus derechos y contra su economía. Si la realidad de la acción es que no surja efecto práctico el interés y determinación colectiva, el proceso político debiera cambiar de conceptos y nomenclaturas. ¿Cómo se explica que de los, cada vez, más menguante número de ciudadanos, que prestan atención de ir a votar, elijan a unos, y en la realidad práctica, se pongan a gobernar las coaliciones de los otros? ---Resto de trabajos. Gracias por divulgar---https://www.ivoox.com/escuchar-juan-galan_nq_190805_1.html ---y en formato de obra escrita desde UNIVERSAL GLOBAL DE EDICIONES en www.universalproyecto.org y en www.escuelaabierta.eu