PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS Y #DEMOCRACIA, #Editorial Radio #Latacunga AM y FM #Cotopaxi, 2019-07-30 @stereolat @eduguegue
Hace unos años fui invitado al lanzamiento del Plan de Desarrollo Participativo de la Provincia de Tungurahua; evidencie que en la mesa estaban los sectores público, privado y comunitario. Prefecto, Alcaldes, Gobiernos Parroquiales, instituciones del Estado; Cámaras de la producción, de las micro y medianas empresas; sector financiero; organizaciones e instituciones del sector comunitario, eran los protagonistas de este trabajo democrático.
Es la principal razón que la provincia vecina y hermana haya logrado un desarrollo envidiable por nuestras autoridades y por los habitantes; desde aquí miramos hacia el sur el desarrollo en vías, obras de infraestructura, la producción, el empleo y en sí los emprendimientos, para bajar los índices de pobreza, desempleo; mejorar las condiciones de vida de los habitantes.
Hay dos formas de administrar los recursos que a nuestras autoridades les confiamos en elección popular: hacer los presupuestos desde el escritorio y desde las salas de sesiones; o, hacerlo de manera participativa como manda la Constitución Política de Ecuador y el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD.
En un instructivo del Consejo de Participación Ciudadana de Control Social, indica que “es deber de todos los niveles de gobierno formular los planes de Desarrollo Territorial y presupuestos de manera participativa, además que deben brindar información y rendir cuentas de los resultados de la ejecución presupuestaria”.
Que los presupuestos participativos “es un mecanismo de participación establecida en la Constitución y la ley, por medio de lo cual ciudadanos en forma individual y colectiva, tienen el derecho de participar en la toma de decisiones respecto a la priorización del gasto, destino y evaluación de la ejecución del presupuesto de las entidades del Estado”.
Quienes más que los ciudadanos sabemos, vivimos y conocemos nuestras necesidades de las obras prioritarias que los Gobiernos Autónomos Descentralizados: Provincial, Cantonal y Parroquial deben cumplir y ejecutar de acuerdo a las prioridades que indiquemos. Ningún gobierno puede tomarse la atribución de presupuestar obras sin la participación efectiva y sistemática de la población.
Cada centavo del dinero que nos pertenece debe invertirse en obras prioritarias e indispensables. Las estadísticas afirman que hay necesidades urgentes como mejorar o dotar el agua potable, construcción de alcantarillado, apoyar a los servicios de salud, invertir en educación, preocuparse por las persona y grupos de atención prioritaria como la niñez, los adultos mayores, migrantes, discapacitados, etc.; mejoramiento de las vías y calles; dotación de los servicios básicos a los barrios marginales o de asentamientos humanos; riego para mejorar los cultivos; en fin.
El dinero debe ser bien invertido para permitir una vida digna a los habitantes; es decir priorizado el clamor de la gente y no los interese de todo tipo. Ejercer la democracia con los presupuestos participativos. Hay un refrán muy famoso que dice: La voz del pueblo, es la voz de Dios.
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