Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Yo no odio a ningún hombre, Equis. En todo caso desprecio las ideas malévolas o estúpidas que inundan las cabezas de los hombres. En el caso de Pablo Iglesias no se produce ni eso, puesto que me parece que sus ideas, aunque son sanas, resultan inocuas porque desconoce la correcta estrategia para llevarlas a término. Si en vez de Pablo Iglesias el suceso hubiera sido protagonizado por, pongamos el caso, Trevijano, habría dicho exactamente lo mismo: expresión soberbia sin venir a cuento y comportamiento cobardón.
Lo que digo es que no estás siendo sincero contigo mismo, ya que precisamente porque le odias y no te ha gustado su tono "soberbio",( aunque, en realidad, lo que te desagrada son sus ideas ) buscas atacarle con argumentos poco serios y, además, interpretas de forma que más te convenga el suceso, para sacar al final un juicio moral incoherente y así quedarte a gusto. Siguiendo tu razonamiento, si a alguien le roban por la calle, no habría que prestarle ayuda para que la lucha no fuese desigual; o en el ámbito militar, un estratega nunca debería utilizar su superioridad numérica contra el enemigo. De todos modos, ellos no atacaron, fue al revés, pero creo que te da igual, porque es sólo una escusa para atacarle. Saludos
No confundas la gimnasia con la magnesia, Equis. ¿Qué tiene que ver el sano odio a la utilización engañosa del lenguaje con este asunto, si aquí no hay tergiversación ninguna de las palabras pronunciadas por el Enemigo-del-lúmpen? Por otra parte, yo no me he referido en ningún momento a las ideas del susodicho, porque lo que pone en evidencia este episodio no es la calidad de sus ideas, sino la calidad de su persona. Una cosa es hablar del lúmpen, y otra cosa es hablar del lúmpen con esa soberbia innecesaria. Una cosa es defenderse e impedir que a uno le roben, y otra cosa es atacar tres contra uno. Y como veo que no acaba de quedar claro donde está la infamia que demuestra la cobardía, cito las palabras textuales del relato: "... y tuvimos que pegarnos con un desastroso resultado; ganamos, pero éramos tres contra uno".
Tres a uno puede significar, en otro contexto, que si hay una cantidad indeterminada de enemigos, ellos eran tres veces esa cantidad. Además, fíjate que en principio dijo "un grupo de lúmpenes". De todas formas, tanta admiración por Trevijano, y su odio a los engaños del lenguaje, no puedes reconocer que la crítica no tiene sentido, y que simplemente te disgusta, con lo cual, en vez de criticar sus ideas, buscas una escusa para atacarle. Y no me refiero a que él piense que hizo mal en decir "gentuza", sino a tu ataque desairado sobre si es un cobarde, u otras cosas, simplemente porque no permitieron que alguien les robara. Saludos
Fíjate si la crítica es absurda que el implicado en cuestión ha escrito un artículo para pedir disculpas reconociendo que habló como un ARROGANTE (http://blogs.publico.es/pablo-iglesias/819/lumpenes-y-gentuza/). No sé qué coños quiere decir eso de que tres contra uno hace referencia a la proporción; tres contra uno quiere decir sencillamente que tres hombres atacaron a uno, y eso lo hacen los cobardes.
En realidad, tres a uno hace referencia a la proporción, no a cuantos estuvieron implicados. De todas formas sigo creyendo que es una crítica bastante absurda,y que no se ha comprendido ni el contexto del suceso ni qué está intentando ilustrar con esa experiencia.
Gracias por el link. Quien admite haber ido acompañado de otros dos tipos para pegar a un hombre solo, es un cobarde. Quien habla del lúmpen con esa altivez y valiéndose de términos tan agraviantes, es un soberbio (lúmpen ya define con precisión de qué tipo social se está hablando; no hay ninguna necesidad de emplear más adjetivos, a no ser que se tengan pretensiones deshonestas). ¿Qué diríamos si esa historia (atacar tres contra uno y llamar al enemigo "lúmpen", "gentuza", "individuo de una clase mucho más baja que la nuestra") hubiera sido protagonizada por un pollo de una familia rica del barrio de Salamanca? De seguro que se le conceptuaría, y con razón, como abusón, clasista y probablemente fascista.
Hola,aquí puedes encontrar el vídeo completo: http://www.youtube.com/watch?v=FBKtYUtjM40 Y no lo decía de broma, es una vivencia suya; pero no entiendo qué es lo que se está criticando. Sé que podéis no compartir sus ideas, pero no comprendo qué tanto escándalo levanta lo que ha dicho, cuando no está haciendo demagogia ni está mintiendo. Saludos
Copio un comentario que dejó un anónimo en Youtube acerca del Enemigo del lúmpen": "¡Pedazo de picha floja! Encima va de matasiete... madre del amor hermoso: si golpeas en mis pelotas te destrozas la mano entera, te rompes el húmero y te dislocas el hombro. Quítate el disfraz de progre y muestra tu autentica cara de vividor. No pretendes ser más que un parásito de la sociedad, medrando como político desde bien joven. Nauseabundo este remedo de Stalin mediático-circense, aprendiz de Hugo Chávez y vomitador de falacias infantiles.?" Lo suscribo plenamente.
Pablo Iglesias y el lúmpen: "Yo sólo me he roto un hueso una vez, y me rompí el hueso de una mano por dar un puñetazo, y di un puñetazo, no porque alguien de mi situación socioeconómica se vea muchas veces en esa situación, sino porque estábamos en un centro social, en El Laboratorio, y un grupo de lúmpenes, pues eso, gentuza de clase mucho más baja que la nuestra, intentó robar una mesa de mezclas a unos raperos, los raperos querían romperles la boca, yo creo que con criterio normal -me robas la mesa de mezclas, te rompo la boca-, y nos llamaron a los políticos universitarios, como para que calmáramos la situación, y tuvimos que pegarnos con un desastroso resultado; ganamos, pero éramos tres contra uno... yo me rompí un hueso, otro acabó con un corte en la córnea por una botella rota y estas cosas…". Menudos valientes: tres contra uno y casi terminan linchados. Por cierto, lo del desprecio a los lúmpenes "de clase mucho más baja de la nuestra", acojona al miedo.