RLC (2015-01-04) Desmontando a la prensa

Mph
Vie, 09/01/15 00:58

(Lamento la repetición. Perdí el texto y tuve que volver a escribir buena parte. Y no era poca). Hoy lo he pasado especialmente bien escuchando el audio. Víctimas del terrorismo pueden ser también los familiares. O, acaso, de la vida, tal y como es. Te matan a un padre, a un amigo, a un esposo... Sufres un daño emocional, material, sexual, mental, práctico, existencial... Te deprimes. Te traumatizan. No vuelves a dormir de un tirón o desarrollas un cáncer que, a la postre, te asesina. Pierdes tu trabajo o los ingresos básicos. Existen tantas formas de matarnos un poco que... Por no hablar de los mutilados, claro está. Pero, a lo que me traía: Las llamadas víctimas del terrorismo no lo son sólo de la banda de turno ni del sicario ejecutor. En absoluto. Amicus Plato. Soy psicóloga. Sé lo que puede llegar a hacer el trauma con la persona y sé lo que puede hacer la persona con el trauma. Y, más allá de una primera escucha ingenua, se encuentran, a menudo, realidades penosas. Por ejemplo, el que una persona sea víctima de un ataque, no impide - atención- el que, además, se lo haga o pretenda serlo.; que lo exagere, que lo agrande, que sume dolor al dolor por su necesidad inconsciente previa de castigo o que se abone a la etiqueta social de víctima para cubrir su falta de relevancia el resto de su vida. Contarlo no siempre ayuda al Yo. Contarlo siempre ayuda al Ego. Algunas personas, elaboran su dolor y, al cabo de 20 años, cuando ya intimas con ellas, a lo mejor... quizá... una taaaarde... te enteras de lo que les sucedió; de porqué esta mujer volvió a casarse, por ejemplo; de cómo murió su primer marido, guardia civil ( En Bilbao, en un tiroteo nocturno en El Casco Viejo..) O averigüas por terceros, al cabo de 10, que el hermano de otro terminó sus días en un tren de El Pozo en el alguien había dejado un artefacto explosivo. Están los que, a pesar de su buen balance previo, no logran superar la pérdida sentimental y arrastran el grillete el dolor hasta el final. Otros, sin embargo, adhieren de por vida a la identidad de víctima, de padre corage, de líder, de presidente de la asociación de damnificados, etc.. Ello se considera a menudo mejor que lo anterior cuando, en realidad, la vida de estos segundos parece quedar escrita, ya sin remedio ni término, por la voluntad del tipo que decidió apretar el gatillo en la nuca del finado. Estos últimos, al final, son -digamos- unas víctimas de oficio de las que los gobiernos se sirven: Las maltratadas, las minorías, los testimonios desgarradores de los damnificados de moda.... Su ira, donde puede llegar a cuajar, es anulada por la presión colectiva, las máximas laico-religiosas buenistas y los patéticos ¡homenajes!. (¿Cómo se puede poner una calle a el o a los familiares de un asesinado. O al asesinado mismo?! El militar muere en acto de servicio- riesgo asumido y remunerado. El civil muere sin mérito ni deseo de inmolación como, sí hicieron, por ejemplo, los operarios de la central nuclear de Japón, enfermando al obrar conscientes y muy por encima de su deber en defensa del bien común. Heroes. ) ¿Cómo se puede consolidar, reforzar el martirio de un familiar con esta clase de camelos populares sin condenarlo de por vida? Y -mi subjetividad deseperada mediante: ¿Cómo se puede uno consolar de algo así con una placa?¿Qué clase de alivio puede ofrecer el beso de una Letizia que hoy me tiene que besar porque se lo han anotado en la agenda ante el dolor desgarrador? Pensemos, por favor, un momento.¿Pero qué clase de constitución emocional tiene que tener una madre que se consuela porque la autoridad de turno le da la mano y se hacen una foto con el móvil del cuñado de su hija la segunda que también quiere darle un beso al candidato en cuestión? (La estupidez moral no tiene límites). Pues la autoestima sentimental de un memo o una afán de protagonismo insaciable. Una especie de absurdo pacto silencioso se establece entre "Víctima" y, asociaciones subvencionadas no con el resultado de ofrecer ayuda a esas personas (que en ese caso sus vidas no quedarían de por vida atadas al a suceso haciendo que todo en adelante trate de ello, por ello y gire en torno a ello); no para que se elaboren duelos, sino haciendo que cristalicen ganancias secundarias de todo tipo: Pensión por invalidez emocional, la estatua poco artística o la placa de la calle con el nombre de mi madre ("Juana Perez -vecina de Móstoles, sus labores, que esa mañana bajó a por el pan ya que nada hacía sospechar que..."), restituciones variopintas y puestos de poder o de notoriedad a los luego nadie renuncia públicamente en los siguientes términos: " De esto se puede salir. Animo a todos. Dejo la portavocía de la asociación para seguir con mi vida en privado. Adiós y gracias. Sube al puesto el representante del último atentado". No. De cada masacre surgen uno o dos líderes que, lejos de incorporarse, desean su nombre propio, sus camisetas, sus siglas, sus estatutos, su web y sus objetivos. Como decía Don Antonio al hablar de "las políticas", " las naciones" o los "paises", al hablar de asociacioneS, en plural, se pervierte lo común, aquello que les convierte en lo que son; se reniega de lo que debería ser una condición transitoria de víctimas en favor de la compensación, la identidad, el poder o la notoriedad que les llegó con aquella desgracia que sorteó la vida. Luego sólo hace falta que algunos colegas míos -memos o desalmados, les firmen, confirmen o reafirmen periódicamente la etiqueta. O que algún político estratega les compre la -digamos- ISO de la Solidaridad, como en el caso del que hoy se hablaba. Teraplejico que acude a una escuela a decir: " Niños, no corráis como yo corrí"' ok. Sibien dudo que muchos escarmienten en cabeza ajena. El aprendizaje vicario, así llamado, requiere de una inteligencia que, como ya sabemos, se distribuye normalmente. Pero bueno... Vale. Si alguno toma nota... Ahora bien, por favor, ¿Que lección puede dar una victima del terrorismo?¿"No bajes a por el pan como bajó mi madre, Juana".? o "No seáis usuarios de cercanías y no perderéis un pie como yo lo perdí?". Qué faena, oiga, pero parte de su duelo consiste en asumir que ahora es Usted cojo, sin sentido alguno, y ya, y que pretender dar sentido a su cojera con este tipo de acciones de concienciación le compone un peligroso antecedente para cuando su hermano querido fallezca de leucemia sin motivo aparente. No todo se puede resgnificar. No con los pies en la tierra. En este caso, con el pie. (No en humor negro. Es sólo por subrayar la necesidad de realismo. Además... ¡Qué demonios! Si quiere buscarle un sentido, elaborar o rentabilizar emocionalmente su mala suerte, mire a la cámara de tv y búsquele uno eterno, elevado, transcendente, sofidticado o privativo. ¡¿Por la unidad de los demócratas?! Por favor! Pase a creer en la reencarnación, en Zoroastro o en alguna versión esotética mecánica cuantica! Pero no se sienta, súbita e involuntariamente unido a conceptos en los que Usted no había pensado ni vuelto a oír hablar desde el último atentado, Señora! Es decir: Como más arriba- ¿De qué calaña política y moral, qué conciencia se gasta un ciudadano que no piensa en las libertades colectivas hasta que le vuelan un brazo? ¡¿Pero dónde tenemos algo así como el Umbal del Dolor político?! En qué país vivimos?! ¿Zaratusutra no diría que nos conducimos con "los valores de la decadencia"?. Esto me hace pensar en el modo que tiene los norteamericanos de ensalzar a sus héroes. ¿Es Doña Juana,vecina de Móstoles nuestra heroína? No puede serlo. Me opongo. En fin... Se enferman y ven desmoronarse sus vidas y en 50 años, NADIE se toma la justicia por su mano!!???! Personas que tendrían eximentes legales, manifestaciones por el indulto y pericias favorables a puntapala! Huérfanos, padres y y amigos que podrían alegar enajenación transitoria como si tal cosa! ¡Qué raro! Es, sencillamente, antinatural. Y prueba irrefutable del poder de los Aparatos Ideológicos del Estado. Repitiendo: Víctimas sí. A menudo para el resto de sus vidas. Víctimas del terrorista, del terrorismo, de las asociaciones que los utilizan después, de los psiquiatras y psicólogos que los anquilosan, de la prensa, de los partidos, de los amigos que les presentan en toda reunión con la etiqueta detrás para darse el dudoso lustre de ser "la mejor amiga de la viuda" y de sus propias neurosis previas. Vaya.

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Comentarios

Ivooxero
Lun, 27/07/15 04:04

Gran reflexión, MPH.

Mph
Jue, 08/01/15 22:34

Mph
Jue, 08/01/15 22:32

Hoy lo he pasado especialmente bien escuchando el audio. Víctimas del terrorismo pueden ser también los familiares. O, acaso, de la vida, tal y como es. Te matan a un padre, a un amigo, a un esposo... Sufres un daño. Al menos emocional. Mental. Te deprimes. Te traumatizan. No vuelves a dormir de un tirón o desarrollas un cáncer que, a la postre, te asesina. Existen tantas formas de matar que... Pero, a lo que me traía: Las llamadas víctimas del terrorismo no lo son sólo de la banda de turno ni del sicario ejecutor. En absoluto. Soy psicóloga. Sé lo que hace el trauma con las personas y sé lo que hacen las personas con el trauma. A sí mismas y a los demás.

Frozen_Bollocks
Lun, 05/01/15 23:33

Hacía tiempo que no escuchaba este podcast, qué grande es Trevijano, digan lo que digan sus desnortados ex seguidores, antitrevijanistas y podemistas, hoy reunidos (mañana ya veremos) en la causa de regenerar a la Partidocracia. No comparto al completo todo el discurso político de AGT, pero es incuestionable que es un genio irrepetible, con una capacidad de análisis inalcanzable para la totalidad de imitadores, haters y tertulianos del resto de podcasts.

Corpus Hispanorum De Pace
Lun, 05/01/15 18:51

El pueblo se acomoda don para que? , para lo bueno y para lo malo. Don Antonio es duro en su critica porque es exigente, y no gratuitamente. Porque es esa precisamente la exigencia misma que hemos de saber manifestar todos para no ser engañados y cuidar lo que es se nos ha dado. Sinceramente puede ser duro pero es verdad, nos hemos desviado simple y llanamente porque NUESTRAS instituciones estan desviadas. Y la situacion es tan grave que, humildemente, no cabe ofensa y ego. Reflexiono en general. Hay mucho en juego; Y aprovecho para decir en general: si queremos algo bien hecho, hagamoslo nosotros mismos.