#SÍNODO #PAMAZÓNICO #ECOTEOLOGÍA
#Editorial Radio #Latacunga AM y FM #Cotopaxi, 2019-07-31 @stereolat
El cine recoge una imagen del cristiano, seguidor de Cristo caminante. Una imagen colocada en la pared puede ser más bella, pero no ofrece la imagen del cristiano, pues es estática. Jesús se definió como “camino, verdad y vida”. El seguimiento a Cristo exige disponibilidad, dejar de lado lo que no ayude y cultivar lo que ayude a caminar con Cristo. Él es fuente de verdad y de vida.
Del 6 al 27 de octubre próximo se reunirán en Roma obispos delegados con otros miembros para dialogar a la luz de la ciencia y de la fe acerca de las exigencias para ser fiel a Dios y al hombre en esa extensa zona del continente.
El camino implica los cambios necesarios para llegar a un destino; todo cambio suscita dudas y tensiones. En su recorrido hasta el actual momento de la historia el pueblo cristiano ha superado con dolor diversas tensiones internas y externas. Recuerdo algunas famosas en la historia: -Dirigentes con poder decisivo en la Iglesia (sin llegar a incluir sus afirmaciones en el contenido de la fe cristiana) afirmaban en los siglos XVI y XVII que el Sol giraba en torno a la Tierra. Copérnico y Galileo enseñaron científicamente que la Tierra gira en torno al Sol. - Suponiendo erróneamente que la narración literaria en el Génesis es científica, algunos enseñaron que la anestesia en la sala de partos contradecía la orden divina escrita en el Génesis: “Parirás a tus hijos con dolor”.
… En el siglo XX la evolución científica que más ha exigido distinguir los campos complementarios, el de la ciencia y el de la fe, ha sido la evolución de las especies, estudiada y publicitada por Charles Darwin, tuvo opositores furibundos dentro de la comunidad cristiana.
En cada etapa de la historia hay nuevas realidades, que exigen nuevas expresiones del mensaje, del mismo contenido. Para ser fiel al contenido del mensaje de Dios, hay que servirse de expresiones inteligibles en tiempos y lugares.
La ecología es una invitación a reconocer a Dios en todas las realidades, como lo que son, realidades creadas. Exige comprender que hay realidades nuevas, necesidad de mensajes, necesidad de lenguajes comprensibles para comunicarlos. Ayuda al mismo tiempo a experimentar la necesidad de complementarse con la ciencia.
En mi primera visita a los habitantes en Apahua (Cotopaxi), no logré transmitir el mensaje del Evangelio; me sentí en otro mundo geográfico (a 4.000 m) y humano. En años posteriores logré la amistad de muchos. Algunos de ellos aceptaron, o se dieron la tarea de maestros, intérpretes, correctores. Tenían y tienen mucho que enseñar; por ejemplo, la presencia de sus antepasados difuntos, su unión vital con la Pachamama.
El Sínodo panamazónico puede ser, debe ser, una oportunidad no solo de compartir, empapada en evangelio, la riqueza humanizadora de otras culturas, especialmente la grecorromana germánica, sino también ocasión de recibir lecciones con ricos contenidos de culturas adormecidas en la Amazonía. Hay laicos, religiosas, sacerdotes, quienes, sin dejar su identidad de origen, están haciendo conocer y amar a quien es Hijo de Dios y hombre universal. (O)
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