El Tercer Planeta Nº 368. Supernovas: Dueñas de vida y muerte. (31/05/2019).

Bienvenidos al 368º programa de EL TERCER PLANETA conducido por Julio A. Guerrieri y Sergio O. Rubinetti ... y gracias por estar.
Las estrellas se han estado formando desde el primer millón de años después del Big Bang. Esa primera generación de soles estaba hecha solamente de hidrógeno, helio y unas muy pocas trazas de litio. Pero con solo esos tres elementos químicos el Universo no podía prosperar. Así cuando las primeras estrellas grandes murieron, de sus gases y polvo se formaron las siguientes con mas variedad química, (los astrónomos los llaman elementos pesados), y el ciclo vuelve a repetirse una y otra vez en todas las galaxias del Cosmos. Cuando hablamos de la muerte de grandes estrellas, hablamos de las realmente grandes. Las que hacen que nuestro sol parezca una arveja al lado de un globo aerostático. Esos soles colosales al morir lo hacen en una explosión cuya potencia es casi incalculable. Esta explosión se llama explosión de Supernova. Una supernova es, después del Big Bang, la explosión más poderosa del Universo y seguramente ocupa el primer lugar, porque el Big Bang en realidad no fue una explosión, pero ese es otro tema. Cuando una estrella gigante se transforma en Supernova, la potencia de la explosión es tan grande, que supera en brillo al resto de todas las estrellas de la galaxia a la que pertenece y la temperatura que alcanza es tan alta, que "cocina" núcleos atómicos formando a casi todos los átomos de la naturaleza. Estos nuevos átomos irán a formar nuevas estrellas y nuevos planetas y, si están dadas las condiciones, en estos podría originarse la vida. El escenario parece perfecto. Pero este escenario también tiene su lado oscuro el frente de onda de la explosión viaja con una tremenda radiación capaz de barrer cualquier atmósfera planetaria a años luz de distancia trastocando el clima o barriendo océanos. Parece ser que nada seguro hay en ei Universo y que cualquier evolución puede ser cercenada en todo momento por cualquier acontecimiento fortuito. Puede que sea ese el desafío que plantea la Naturaleza a los seres vivos. Un reto donde la vida y la muerte van de la mano. Donde la indiferencia del Universo nos abarca completamente.