**Pruebas de muerte**
Tras confirmar que Christian había sido asesinado, y que los homicidas lo cortaron en partes para después arrojar las piezas a un sitio despoblado de la Carretera a Matatlán, el Servicio Médico Forense (Semefo) le indicó a la familia el inicio del protocolo: una prueba genética. Sólo así confirmarían que el cadáver, localizado ocho días después del “levantón”, realmente era Christian.
Emanuel y su cuñada se inconformaron porque el cuerpo había entrado al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) el 18 de febrero, pero a ellos se les entregó la fotografía de sus restos hasta el 5 de marzo. La demora, les dijeron después, tenía una razón de peso: Tres cadáveres más habían sido localizados junto con el cuerpo de Christian. Todos en piezas; todos revueltos.
En el área de Trabajo Social se les advirtió que el proceso sería “un poco largo”: Cuatro o cinco semanas más. El mínimo consuelo de la familia era que, gracias al tatuaje en el brazo, habían verificado la identidad de Christian.
Así, a principios de abril recibieron la noticia anhelada: los restos ya habían sido identificados.
“Nos hablan de la Fiscalía de Desaparecidos y nos dicen que ya tienen identificados los restos de mi hermano, vamos por el oficio. Vamos al lunes al SEMEFO y entregamos el oficio donde decía que ya podíamos empezar con el proceso de recuperación del cuerpo”
**Hallazgo**
Con ansiedad y tristeza a la vez, la familia acudió al Instituto para recoger a su familiar en piezas. Preguntaron, incluso, si allí mismo podrían cremar los restos. La respuesta fue un no rotundo, pues Christian no había desaparecido; a él lo mataron. Incinerarlo, les explicaron, significaría un delito adicional: obstrucción de la justicia.
“Te pueden levantar a ti una denuncia por obstrucción de la justicia…”
Les pidieron, entonces, que llamaran a una funeraria. Los familiares no regresarían sino dos días después, cuando estuviera listo el trámite con el panteón. Y lo hicieron, pero sólo para sumar una mala noticia al acumulado: el cadáver no estaba listo. Necesitaban “armarlo”.
“No está listo, no te lo puedo entregar falta que armen unas partes… hablen mañana”
Un día más. Eso les pidieron, y a regañadientes, accedieron. Un día más mientras el esposo, el hijo, el hermano, era armado como un rompecabezas.
Veinticuatro horas después, Emmanuel, su madre y su cuñada regresaron. Esta vez el personal del Instituto permitió incluso a la funeraria que colocara el cuerpo en el cajón.
Ese era el momento para ver el cuerpo. Y dos de ellos: Emmanuel y Monserrat, se acercaron a verlo. Su estómago se retorció al abrir el féretro.
Quien yacía en su interior no era Christian.
“Y nos empieza a recomendar la persona que estaba encargada que no lo veamos, que las imágenes son muy fuertes…
**¿Están seguros?**
El cuerpo que la funeraria iba a trasladar al cementerio tenía una firma en el pecho que nadie identificó; sus facciones y las de la fotografía que habían visto días atrás eran completamente distintas. Ni siquiera estaba el tatuaje en el antebrazo. Los restos en el féretro eran de alguien más; no de Christian.
“El cuerpo trae en el pecho un tatuaje… no hay vuelta de hoja, este no es… mi cuñada y yo dijimos que no es…”
Pese a la reacción de desconcierto, los trabajadores preguntaron si estaban seguros de que ese no era su familiar. Molestos, Emmanuel y Monserrat los reprendieron por el atrevimiento. Trabajo Social les ofreció disculpas y les dio el nombre de quién podría darles más información: Neismy Janette, en el área de Genética.
La doctora los recibió un día después, con un argumento que terminó por acabar con la paciencia de los dolientes: No supo quién les dijo que el cuerpo de Christian estaba listo porque recién había recibido el oficio donde se le informaba que los familiares habían identificado el cadáver. Emmanuel tronó contra ella, pues ese oficio había sido entregado semanas atrás.
“Nos recibe con dos MP’s y una trabajadora social...
Ya eran dos meses de tortura burocrática. De burocracia que mata.
¿Qué fue lo que sucedió? ¿En qué momento comenzaron los errores para que el cuerpo de Christian no pudiera ser entregado y quedara perdido en medio de una burocracia gubernamental? ¿quiénes fueron los responsables de este error? No se pierda mañana la tercera parte de esta historia...
Comentarios