Entrevista realizada a la doctora en Historia Antigua Ana Vázquez Hoys. en el programa Misterio Directo de radio EDENEX.
Profundizamos en algunos enigmas de la XVIII dinastía egipcia:
Una antigua creencia egipcia dice:
“Mientras el nombre del muerto siga siendo pronunciado, este seguirá vivo por toda la eternidad”.
Hablar de Tutankamón y de su tumba es una de las primeras historias que se encuentran cuando se incursiona en la civilización egipcia.
Al nacer en el año 1345 antes de Cristo se le asignó el nombre de Tut-anj-Atón, gracias a las creencias monoteístas de su padre Akenatón. Tutankamón vivió en el Palacio Real y se educó en la Ciudad de la Luz o Amarna fundada pos su progenitor, quien convirtió esa parte del desierto en una localidad de grandes palacios y templos en honor a Atón.
Al desaparecer la estirpe armónica encabezada por Akenatón sus reformas perdieron fuerza. Los poderes del estado estaban ansiosos por restablecer el orden que el supuesto progenitor había quebrantado. El clero tenía mucho que ganar con el restablecimiento de los antiguos cultos y el ejército podría recuperar territorios perdidos. Es por eso que la restauración religiosa se desarrolló de forma rápida. En su segundo año de reinado el joven sucesor sustituyó el disco solar Atón por el dios Amón. Así Tut-anj-Atón se convertía en Tutankamon: la viva estampa de Amón.
Poco se conoce de su vida familiar y personal. Sin embargo, las pinturas de la cámara mortuoria de la tumba de Tutankamón muestran diversas escenas que exponen el tierno y profundo amor entre el joven faraón y la reina Anjesenamón o Akhesa. El nombre de su esposa y hermana Ankhesenpaatón fue igualmente sustituido por Ankesenamón.
La muerte del joven rey ha sido un asunto bien controvertido. Su posible asesinato se alimento con varias hipótesis, entre ellas la de su muerte inesperada por enfermedad. Estos y otros temas relacionados con su vida y su deceso son los que ocupan espacio en las actuales investigaciones multidisciplinarias que persiguen desvelar todo el misterio en torno a este monarca que alcanzó su verdadera inmortalidad a partir de 1922 con el hallazgo de la tumba KV 62.
“La muerte tocará con sus veloces alas al que moleste al Faraón muerto”
Una frase supuestamente inscrita en la tumba echó a rodar la leyenda… “La maldición de Tutankamón”, uno de los grandes enigmas de la egiptología vinculado con el niño que ascendió al trono en 1333 antes de Cristo a la edad de nueve años y que reinó hasta poco antes de su muerte ocurrida en el 1325 antes de nuestra era, cuando contaba con 19 años de edad.
Esta noche, en Misterio Directo, profundizaremos en la efímera vida de este niño-rey que vivió en la dieciochoava dinastía, una época de máximo esplendor de la civilización faraónica. Además nos aproximaremos a la figura del descubridor de la tumba, Howard Carter y los misterios que rodearon al histórico hallazgo.
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