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Comentarios
Alaaaaaaaaaaaaa
La de historias que ocultan los silencios... Tremendo relato, genialmente narrado. Un saludo.
Un. relato como la vida misma,todo depende del cristal x el k miras,de lo k has vivido,lo k has sufrido,lo k has padecido,.....k tiene mas valor,la historia,el mensaje,los detalles,lo k has sentido,....? Gracias x vuestro trabajo!!!
Neocles, no creo que esté la historia contaminada por prejuicios irracionales, lo narrado cabe perfectamente en el personaje. Mi crítica irá por otro lado. Por qué el barco? Creo que el barco genera una atmósfera que muy de antaño, un tanto rebuscada, no digo que no se puedan generar este tipo de atmósferas, pero habría que ser mejor. Por sobre todo, este cuento no tiene un final. ¿Dónde está el final? por qué nadie lo nota? De veras, no tiene final
cuál es la música del relato?
'... Sobre los ingredientes de la novela perfecta se ha escrito mucho y, sin embargo, aún queda mucho por escribir. También novelas perfectas, si es que esa exageración puede existir. El talento es un debate reñido, como lo es el temido canon, y la conclusión es siempre la misma: los gustos de cada cual a la hora de valorar esta u otra novela son los que dictan los pensamientos. Podemos dictaminar si técnicamente una novela está mejor o peor escrita, pero resulta más difícil juzgar categóricamente una obra como buena o mala si no atendemos las circunstancias que llevan al lector a disfrutarla. En definitiva: la literatura es un diálogo entre escritor y lector, y lo mismo que los primeros no escriben para las nubes, los segundos no son un ente homogéneo que absorbe todo sin preguntarse nada. No en vano, Vladimir Nabokov titula el primer capítulo de su Curso de literatura europea (RBA, 2012)‘Buenos lectores y buenos escritores’, y advierte; “El artista maestro asciende por una ladera sin caminos trazados; y una vez arriba, en la cumbre batida por el viento, ¿con quién diréis que se encuentra? Con el lector jadeante y feliz. Y allí, con un gesto espontáneo, se abrazan y, si el libro es eterno, se unen eternamente”. Quizás lo más sorprendente de todo es que en ese arte de escribir, si es que quien lo practica lo quiere elevar a esa categoría, se puede hacer literatura con casi todo, desde la batalla más épica de los anales de la Historia hasta la anécdota más insignificante. Entonces, ¿puede una breve novelita batirse en duelo con las obras de mayor grosor, complejísimas, llenas de voces narrativas, giros, tramas y subtramas y demás artificios, y salir airosa? Por supuesto, pero para descubrirlo hay que leer, claro.(...) Cuando uno comienza a leer Un filósofo, tiene la sensación de que no importa tanto lo que está ocurriendo, sino cómo está contado. Y en cierto modo es así. La prosa de Aira es tan ágil y lúcida como traicionera, capaz de retorcerse hasta que no eres consciente de la cantidad de información que ha exprimido para explicar una simple idea en todo un párrafo.' Recientemente publicado por La milana bonita. Abrazos para todos.
Enhorabuena Marcelo. Quedamos a la espera de que nos envíes algo nuevo. Saludos.
Un muy interesante relato y además excelentemente narrado. Un saludo, casualmente, desde Uruguay! xD
Como en los chistes, la gracia está en la forma de contarlo, el cuento está bien construido, pero sin duda de no ser por la voz que lo lee este relato no valdría un pimiento. La historia es anodina, sin interés, contaminada con prejuicios irracionales, contra lógica. Al madurito le gustaban la de veinte... lo extraño seria que le gustaran las de ochenta. Tópico: con los años se pierde la juventud pero no el buen gusto ni el sentido de la belleza. Por qué en la publicidad de los cosméticos para mujeres de 40 sale en pantalla una de 20 echándose la crema, pues porque la de 40 reconoce la belleza en la de 20 y constata su propio deterioro físico. Y en las cremas para las de 60 te ponen una de 40 porque la mentira seria muy gorda si pretendieran lanzar el mensaje de que una de 60 va a quedar como la de 20 tras ponerse la crema. En fin, que el maduro se acuesta con su propia hija de la que va a ser padre y abuelo. Tirarse y pedo y escribír esta historia me despiertan el mismo interés.
Hola. Soy Marcelo, el autor del relato. Muchas gracias a todos por sus comentarios y sobre todo a Jota. No solo por darme esta oportunidad sino por el increíble hecho de ser una persona que sabe narrar de manera extraordinaria. Cuando lo escucho, tono y cadencia se conjugan de manera extraordinaria, como si tuviera el don de conocer la "voz interior" de todos los autores cuyos textos nos regala periódicamente. Espero darte algun día un abrazo