Nos visita Rita Ceja y Oshuko de Tucuman , perteneciente a la Comunidad Quilmes, recuperadores de la lengua kakan.
Lengua de las comunidades Diaguitas que habitaron el Noroeste argentino y el Norte Chico chileno.
Algunas fuentes la mencionan como caca, kaka y chaka. También se han empleado las denominaciones caca-diaguita, o lengua calchaquí.
Es una lengua extinta e inclasificada. A partir del ingreso del Inca Tupac Yupanqui hacia el año 1480 la influencia de las lenguas quechua y aymara se hizo cada vez más importante. Los españoles promovieron en un principio el uso del quechua como lengua general entre los grupos amerindios y en una segunda etapa la expansión del español, que terminó extinguiendo el kakán.
Los misioneros españoles Alonso de Barzana y Pedro Añasco escribieron a mediados del siglo XVI, preceptos gramaticales, vocabularios y textos doctrinarios. Barzana expresaba que "es una lengua tan gutural que parece no se instituyó para salir de los labios". Otro sacerdote, Hernando de Torreblanca, hacia 1639, se esforzó por descifrar esta lengua, postuló la existencia varios dialectos que diferían principalmente en aspectos fónicos. Todo este material se ha extraviado. Del jesuita Pedro Lozano (1687 - 1752) nos ha quedado una descripción:
"... es [el cacán] una lengua dulce y armoniosa, tenía dificultades enormes de pronunciación, a tal punto que sólo lo percibe [entiende] quien lo mamó de leche, porque es en extremo arrevesada [gramaticalmente] y forma sus voces en sólo el paladar."
Se especula que hubo tres áreas dialectales:
Kakán del norte: Valles Calchaquíes, Santa María y oeste de Tucumán.
Kakán del sur: Catamarca, norte de La Rioja y parte de Santiago del Estero.
Capayán: oeste y sur de la Rioja y al norte de la provincia de San Juan.
El idioma parece haber dejado sus rasgos fonológicos en los "acentos" regionales, mientras que gran parte de la toponimia regional mantiene las palabras kakanas.
Casi con certeza era una lengua polisintética, de modo que a partir de diversos morfemas, según el contexto, se formaban lexemas. En cuanto al número de componentes de las pocas construcciones conocidas parece predominar el de dos; en una veintena parecen ser tres.
El estudio los topónimos nos muestra que en el kakán hubo construcciones nominales formadas por un núcleo (sustantivo) precedido por un modificador (otro sustantivo). Es interesante que entre las voces regionales se halla alijuche "escorpión, alacrán”, voz compuesta de ali "espina” (quizás también "aguijón") y jushi (juche es el nombre regional de una araña): se podría interpretar como “araña con aguijón”.
Unos 40 topónimos poseen el componente "ango /ance", que significa "agua". En Angualasto y Angaco el segundo componente es respectivamente, walasto y aco. El núcleo de tales construcciones sería el sustantivo ango. En tal caso, al modificador seguiría al núcleo. Podría tratarse de un adjetivo calificador, el río que pasa por Angualasto se llama río Blanco. Otros ejemplos:
Colcolanco “agua del búho”
Huillanco “agua de la liebre”
Ismiango “agua del pajarito”
Mishango “agua del gato”
Talcanco “agua del guanaco”
Muchos topónimos poseen las terminaciones "huil" o "vil","ao" o "gasta"."Uil" significa aguada, "ao" y "gasta" significan pueblo. Según los crónicas de los misioneros, los pueblos tenían el nombre de su cacique precediendo a "gasta", sin embargo también significaba lugar poblado por algo:
Collagasta “pueblo del colla”
Guacalagasta “pueblo del palo santo”
Ingagasta “pueblo del lnca”
Machigasta "pueblo del machi (chamán)”
Villagasta “pueblo de la liebre"
Niogasta "lugar poblado de nío (planta venenosa)"
Tasigasta "lugar poblado de tasi (una enredadera)"
Villavil "manantial de la liebre"
Apocavil “manantial de la paloma torcaza"
Fuente:
"El Kakán. Lengua de los Diaguitas". Ricardo L.J.Nardi.
http://biblioteca.serindigena.org/libros_digitales/kakan/kakan-14_.html
Comentarios
respeto, valorización por la labor y compromiso de seguir difundiendo ,la lengua kakan.gracias hermanos!