El monacato (del griego monachos, «persona solitaria») es la adopción de un estilo de vida más o menos ascético dedicado a una religión y sujeto a determinadas reglas en común. En varias religiones se encuentran formas de vida monásticas, aunque sus características varían enormemente, entre ellas: hinduismo, budismo, Jainismo, taoísmo, shintoismo, cristianismo, etc.
Al miembro de una comunidad que lleva una vida monástica se lo denomina monje o monja. Se rigen por las reglas características de la orden religiosa a la que pertenecen y llevan una vida de oración y contemplación. Algunos viven como ermitaños y otros en comunidad, a la que se llama monasterio.
En todas las religiones ha existido, más o menos explícitamente, una manera "marginal", pero organizada, de encarnar los valores esenciales de su doctrina o teología. A esta forma "marginal" de vivir es a lo que normalmente se le ha llamado monacato. Entre todas esta formas de vida monacal, sin perder la esencia que corresponde a cada religión, es fácil encontrar ciertos paralelismos o semejanzas.
El ascetismo, que es la forma más elaborada y organizada del monacato, tiene un significado antropológico profundo. Por ello, el monacato, antes que un hecho religioso es un hecho antropológico que implica un concepto de orden de vida natural. Existe ante todo una filosofía de vida monástica, que una teología de la misma, donde prevalecen los valores formalmente religiosos. El monje, en sentido común, es el hombre del encuentro con la divinidad, y todo él se organiza de tal manera que su vida esté siempre dispuesta para ese encuentro. Por tanto, el monacato asume las formas más diversas en todas y en cada una de las religiones. No solo en relación al encuentro del hombre con la divinidad, sino además, en razón de la organización concreta que se presenta sea individualmente (eremitismo) o en grupo (cenobitismo). Esto explica por ejemplo la diversidad de organizaciones monásticas que existen, incluso en la misma religión
Comentarios
Me ha parecido muy bonito